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Por Qué Esto Importa

Una nueva política está destinada a reducir las muertes por consecuencia de las persecuciones vehiculares de la Patrulla Fronteriza. Pero críticos dentro y fuera de la agencia dicen que la política es defectuosa, y el público puede carecer de información suficiente para juzgar por sí mismo.

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Las llamadas al 911 empezaron a desbordar justo después de las 3 p.m.

“Están en los árboles. Creo que pegó-, hablo enserio no se vió para nada bien”, reportó un llamador.

En una tarde de sábado en abril de 2022, un sedán blanco voló por el carril de emergencia de la interestatal 8 en sentido al oeste antes de desviarse a un desnivel, reportaron quienes llamaron a las autoridades.

La Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos estaba cerca detrás, según testigos. Uno dijo que la Patrulla Fronteriza “pasó volando persiguiendo” al carro, pero se pasó velozmente el sitio del choque justo entre segundos y un minuto más tarde.

Jesús Manuel Saldaña Rocha, un ciudadano estadounidense de 19 años de edad y estrella de fútbol de la Preparatoria Valley Center, murió en la escena debido a sus lesiones. La Patrulla Fronteriza aún no ha dicho por qué los agentes intentaron detenerlo o por qué continuaron con la persecución. Y reportes que llenaron los agentes después del choque indican solo una violación: negativa a orillarse. 

El sitio a lado de la interestatal 8 en El Cajon donde Jesús Manuel Saldaña Rocha murió en un accidente vehicular fatal es mostrado el 18 de septiembre de 2023. (Zoë Meyers/inewsource)

Un cambio reciente en la política de persecuciones de la Patrulla Fronteriza pudo haber prevenido su muerte. Esta dice que los agentes no pueden continuar con una persecución vehicular cuando la única violación aparente es la negativa a orillarse.

Pero qué tan bien va a proteger esa política al público de una de las estrategias policiales más peligrosas de la Patrulla Fronteriza en el futuro sigue siendo una pregunta abierta, mientras críticos tanto dentro como fuera de la agencia debaten sobre si va demasiado lejos o no lo suficientemente lejos para limitar la discreción de los agentes al perseguir.

Saldaña Rocha fue la onceava vida perdida durante una persecución involucrando a la Patrulla Fronteriza en el Condado de San Diego desde el 2017.

Las 11 muertes incluyen a tres personas que murieron durante una persecución de la Patrulla Fronteriza en 2017 después de que el conductor se desviara hacia un barranco de la interestatal 15 cerca de Rancho Bernardo.

En 2019, otros tres murieron y ocho resultaron heridos después de que agentes lanzaran una tira de púas hacia una camioneta pick-up llena de migrantes indocumentados que escapaba en la interestatal 8 cerca de Boulevard. La camioneta perdió el control y volcó, aventando los cuerpos de los migrantes hacia la carretera.

El año siguiente, dos murieron después de que un auto que estaba persiguiendo la Patrulla Fronteriza se estrellara con un camión de carga en Otay Mesa. Otras dos persecuciones en 2018 y 2021 mataron a una persona en cada una.

Las persecuciones vehiculares son las circunstancias más comunes en las que agentes de la Patrulla Fronteriza hacen uso de la fuerza en contra de sospechosos en San Diego. Y el número de persecuciones vehiculares que inician los agentes en San Diego pudiera estar también a la alza.

Un vocero de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), la agencia madre de la Patrulla Fronteriza, no proporcionó datos sobre el número de persecuciones vehiculares que los agentes conducen cada año.

Pero los incidentes de uso de la fuerza involucrando persecuciones – cuando los agentes intentan terminar una persecución utilizando tácticas de manejo ofensivas o tiras de púas para ponchar el vehículo de un sospechoso en marcha – brincaron a 70% del 2019 al 2022, según datos del CBP.

Durante décadas, la política de la Patrulla Fronteriza permitió persecuciones vehiculares bajo circunstancias casi sin restricciones, según críticos quienes culpan a la agencia por más de 100 muertes causadas por persecuciones a lo largo de la frontera sur.

Ahora, una nueva política que responde a esas críticas eleva el estándar sobre cuándo es que los agentes pueden iniciar persecuciones vehiculares. Bajo la vieja política, el beneficio de una persecución al orden público debe pesar más que el “peligro potencial e inmediato”. Ahora, las persecuciones deben ser “objetivamente razonables”.

El nuevo estándar requiere que los agentes pongan en la balanza el interés inmediato del gobierno de aprehender al sospechoso contra el riesgo que plantea la persecución al público, a los servidores públicos y a los ocupantes del vehículo. Otros factores, como la severidad del crimen, también deben ser considerados. Ese es el estándar utilizado comúnmente a lo largo de las agencias de seguridad pública en el país.

Pero tanto críticos como defensores de la Patrulla Fronteriza dicen que la política está lejos de ser perfecta.

Los defensores de inmigrantes dicen que la nueva política no va lo suficientemente lejos para prevenir las persecuciones vehiculares ocasionalmente mortales. Mientras tanto, el líder de la unión de la Patrulla Fronteriza dice que la política es demasiado estricta, haciendo “imposible” que los agentes hagan su trabajo.

Críticas de grupos externos

La nueva política del CBP limita dónde es que las persecuciones pueden tomar lugar, las herramientas que los agentes pueden utilizar para detener las persecuciones y cómo es que los agentes deciden iniciar las mismas.

Los defensores de inmigrantes han acogido los cambios después de años de abogar por ellos, pero algunos dicen que se necesita más transparencia y límites en las persecuciones para salvar vidas.

La nueva política prohíbe dos técnicas diseñadas para terminar una persecución que la misma agencia ha considerado como inseguras e inefectivas. Esas maniobras involucran golpear el vehículo sospechoso causando que pierda el control o encajonarlo en todas las direcciones para forzar una detención. 

Los agentes también tienen prohibido perseguir vehículos en zonas escolares y en vecindarios densamente poblados o cuando el vehículo parece estar sobrecargado y en exceso de velocidad, a menos de que exista una causa probable para creer que el sospechoso cometió o está por cometer un delito violento grave.

La nueva política prohíbe específicamente las persecuciones cuando la única violación aparaparente que comete algún sospechoso es la negativa a orillarse. Bajo la nueva política, para poder iniciar una persecución, el agente debe creer de forma razonable que el sospechoso ha huído de un punto de revisión o puerto de entrada, que ha entrado a los Estados Unidos sin permiso o se ha negado a ceder cuando el oficial intentó detener al sospechoso por alguna violación de una ley federal.

Los críticos dijeron que la vieja política permitía las persecuciones vehiculares cuando “el riesgo tomado y el daño causado” era excesivo comparado al crimen sospechado.

Lilian Serrano, Directora de la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur (SBCC por sus siglas en inglés), dijo que el estándar “objetivamente razonable” de la nueva política no va lo suficientemente lejos para realmente prevenir los incidentes y para responsabilizar realmente a los agentes”.

Serrano dijo que en vez de eso la nueva política debería preguntar si las persecuciones son “necesarias y proporcionadas” a la violación sospechada, un estándar respaldado por agencias internacionales.

“Cuando las agencias policiales sean sujetas a ese estándar, y comencemos a ver las acciones de los agentes desde la perspectiva de proteger la vida en riesgo, ahí es cuando nosotros pensamos que las cosas van a cambiar”, dijo Serrano.

La nueva política también estableció comités para revisar las persecuciones de forma mensual y determinar si los agentes siguieron la política y la ley. También requiere que el CBP genere un reporte anual incluyendo el número de persecuciones, las lesiones resultantes, muertes o daño de propiedad y violaciones potenciales de política.

Pero la nueva política no requiere que esos reportes sean compartidos de manera pública, y hacer eso podría ayudar a construir confianza en el público, dijo Sheff.

“Hasta que tengamos más transparencia por parte de la agencia”, dijo Sheff, “el público no contará con una vara significativa con la cual evaluar si es que los agentes están realmente cumpliendo con esas nuevas reglas”.

Críticas desde dentro de la agencia

Los agentes de la agencia de seguridad pública más grande del país, también han cuestionado la nueva política.

El Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, que representa a 18,000 miembros del personal de la Patrulla Fronteriza, dijo que la nueva política del CBP “tiene como intención salvar vidas, pero en realidad, es más sobre hacer casi imposible que los agentes de la Patrulla Fronteriza … hagan su trabajo”.

Brandon Judd, el Presidente de la Unión de la Patrulla Fronteriza, escribió en enero que la nueva política “sólo alentará a que más traficantes se metan en los caminos con inmigrantes ilegales y narcóticos”.

Eso es porque, según Judd, la política previene o desalienta que los agentes persigan vehículos.

Judd también calificó a la política como “vaga” y “contradictoria”. Él dijo que la sesión de entrenamiento de una hora en línea proporcionado por el CBP es inadecuada y “llevará inevitablemente a violaciones de la política”, dijo Judd.

“Ver un video de una hora sobre un tema que vuelca una política antigua simplemente no es suficiente para educar apropiadamente a la fuerza de trabajo sobre los cambios”.

El CBP no respondió a una solicitud de comentario ni respondió preguntas específicas sobre el entrenamiento y la implementación de la nueva política.

Un punto de revisión de la Patrulla Fronteriza en el sentido oeste de la interestatal 8 se muestra el 11 de septiembre de 2023. (Zoë Meyers/inewsource)

Dennis Kenney, profesor de la Facultad John Jay de Justicia Criminal de City University de Nueva York, cuestionó qué tan bien podrán tomar decisiones rápidas los agentes sobre si hay que perseguir o no a alguien.

La política en sí es “muy densa, muy larga, muy compleja”, dijo Kenney, quien también coescribió un libro sobre persecuciones policiacas.

Kenney agregó que en general la policía tiende a ser “lamentablemente … poco capacitada” cuando se trata de políticas departamentales como aquellas sobre persecuciones vehiculares, así que el entrenamiento y la práctica para la nueva política es clave. El otro componente es la aplicación.

“¿La agencia aplica esa política?, ¿Hasta qué punto realmente hacen uso de la política?”, dijo Kenney.

No es claro si la política ha llevado a una reducción de las muertes en los tres meses desde su implementación. Un vocero del CBP declinó proporcionar datos sobre el número de persecuciones que los agentes persiguen cada año así como el número de individuos fallecidos en esas persecuciones.

Grupos como el ACLU dijeron que ellos estarán vigilando a la agencia para ver cómo es que la nueva política es implementada y cúal es el efecto que tiene.

“Hay mucho que la agencia puede hacer para ser más comunicativa”, dijo Sheff.

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Sofía Mejías-Pascoe is a border and immigration reporter covering the U.S.-Mexico region and the people who live, work and pass through the area. Mejías-Pascoe was previously a general assignment reporter and intern with inewsource, where she covered the pandemic’s toll inside prisons and detention...